lunes, 1 de febrero de 2016




Baja escolástica (XIV-XV)
Modelo de escolástica decadente
La crisis de la teología escolástica medieval.

Causas de la decadencia
El problema que había conciliado en el periodo del apogeo de la escolástica gracias al desarrollo de santo tomas de Aquino comienza a perder solvencia. Salvo los Averroístas, nadie afirma que la razón y fe se contagian explícitamente de acuerdo a una verdad. Se sostiene sí que la razón posee límites y que son más estrechos de lo que se había pensado hasta entonces. Después de la muerte de Santo Tomás de Aquino, sobre viene una rápida  decadencia del pensamiento medieval, dominada por la compilación de sus distinciones y dispersión en cuestiones de accesorias, ya que los filósofos posteriores a santo tomas carecen de originalidad filosófica y sus reflexiones no son más que repeticiones y cuestionamientos ambiguos en sus planteamientos.
El apogeo de la Escolástica, que tiene lugar en el siglo XIII, viene determinado por tres factores: la fundación de las Universidades, el establecimiento de órdenes mendicantes, principalmente la de los dominicos y la de los franciscanos, y el conocimiento de Aristóteles, el factor más decisivo.
El conocimiento de las doctrinas de Aristóteles provoca una doble actitud frente a éstas: una postura de rechazo, por creerlas peligrosas por la fe, y una actitud de aceptación, porque pueden servir de fundamento para el pensamiento cristiano.
Entre los que toman la actitud de rechazo frente al aristotelismo se encuentra Alejandro de Hales y San Buenaventura, que siguen manteniendo la tradición platónico-agustiniana.
Entre los que adoptan la actitud de aceptación y rompen con la tradición platónica se encuentran Guillermo de Auvernia que sostiene un aristotelismo averroísta, y San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino que profesan un aristotelismo cristiano.
Duns Escoto y Guillermo de Ockham para quienes la inteligencia del mundo y principalmente, la de Dios, serian cuestionadas; misma línea seria continuada en los pensamientos de sus sucesores y que darían como resultado de la decadencia de la escolástica. Como teólogo Duns escoto parte de la fe he intenta verificar las posibles razones de los datos de la revelación sin discutir su realidad.
El término Escolástica se utiliza para designar la filosofía cristiana de la Edad Media elaborada en las escuelas.Existían tres clases de escuelas, dependiendo del ambiente en el que se habían establecido: las monacales formadas alrededor de los monasterios, las catedralicias fundadas en las catedrales y las palatinas establecidas en los palacios de los reyes.
En estas escuelas se cultivaban las artes liberales, constituidas en el trivium (Gramática, Retórica y Dialéctica) y el cuadrivium (Aritmética, Geometría, Astronomía y Música). La primera doctrina filosófica cultivada sistemáticamente va a ser la Dialéctica. La filosofía escolástica que se extiende desde el siglo V hasta el siglo XV
En la era de la decadencia  de la escolástica: la escolástica era un hecho evidente en donde cabe mencionar una serie de acontecimientos de esta crisis teológica, tales como el abuso de la dialéctica en la teología y en la lucha de las escuelas teológicas entre sí. La oscuridad y aridez en el estilo literario, la ausencia de figuras teológicas destacadas. La decadencia de la Escolástica podrimos decir que  es un poco incierta en las mismas que llevan a la crisis del mundo medieval y por lo tanto influyen muchos factores desde lo escolástico hasta los cultural y filosóficos. Pero no podemos señalar algunos más específicos que influyeron en la teología. Habría que fijar la atención en dos cosas principalmente, uno en la raíz  filosófica, es decir en el nominalismo como principio de  la escolástica (crisis fe y razón) y el otro punto es la eclesiástica: el conciliarismo como principio disgregado en la autoridad eclesiástica. Ambos factores son los que hacen que la teología del momento no sea ni eclesiástica ni científica, ni nasa y vigorosa.
Los campos teológicos y filosóficos se dividen, aunque no implica necesariamente una desvaloración del mundo y la teología sino, por el contrario, se inspira más bien en un profundo respecto por lo religioso que aspira a rescatar lo específico de la fe frente a la contaminación de la filosofía de origen pagano. La teología se alejara del racionalismo y comenzara a buscar su apoyo en la revelación. Los filósofos, por el contrario, se aproximan a nuevos problemas: el estudio de la naturaleza y la ciencia. Comienza a trazarse la revolución intelectual que caracterizará la atmósfera del Renacimiento y la Reforma.
La escolástica que había llegado a su cumbre con Tomás de Aquino inicia su crisis en el último período del siglo XIII con la aparición de Duns Escoto. La actitud crítica de Duns Escoto hacia el tomismo y la defensa de un voluntarismo exagerado que devalúa la capacidad intelectual son factores que contribuyen a la crisis de la Escolástica.
Esta crisis se va acentuando y culmina en el siglo XIV en la figura de Guillermo de Occam y su doctrina nominalista que pone en peligro el valor de la ciencia. En esta época ya queda claramente establecida la separación radical de la Filosofía y la Teología, y, por consiguiente, la ruptura entre razón y fe, lo que constituye una anticipación del pensamiento moderno.

Juan Duns Escoto (1266-1308) ingresó muy joven en la orden franciscana. Estudió magisterio en la Universidad de Oxford y en la de París. A pesar de su corta vida, su producción intelectual es muy numerosa. Sus obras más notables son: Obra en Oxford y Cuestiones de París. Duns Escoto establece una separación radical entre razón y fe. Sostiene que razón y fe son dos modos de conocer diferentes y tienen un objeto material muy distinto. De esta forma, las verdades que son objeto de fe (las grandes verdades metafísicas) no pueden ser demostrables por la razón, y, al contrario, las verdades conocidas por la razón nunca pueden ser conocidas por la fe.
En metafísica, sostiene la univocidad del concepto de ser, es decir, el concepto de ser significa cosas muy diversas. Duns Escoto defiende su teoría sobre el principio de individuación. La raíz de la individualidad no es, como decía Santo Tomás, la materia sino una formalidad a la que llama “haecceidad” que hace que una cosa sea ésta y no otra.
Respecto al conocimiento, sostiene que lo singular, lo individual, es indirectamente inteligible al entendimiento por medio de una intuición directa. Escoto establece la primacía de la voluntad sobre la inteligencia (voluntarismo), considerando que esta última debe estar subordinada a la primera. La voluntad se identifica con la libertad: todo acto de la voluntad es libre, no está determinado ni siquiera por el bien universal y absoluto.
Guillermo de Ockham  (1290-1349) Ingresó en la orden de San Francisco y tomó parte activa en el movimiento intelectual de la época, criticando todos los sistemas filosóficos anteriores, el agustinismo, el tomismo, el aristotelismo y el escotismo.
Fue condenado por la autoridad eclesiástica acusado de hereje. Las obras que escribió versan sobre temas filosóficos, teológicos y políticos. Entre sus obras de carácter filosófico destacan el Comentario a las sentencias, Cuestiones cuodlibetales y Compendio de toda la lógica.
La doctrina de Ockham constituye un sistema filosófico, coherente y ordenado, fundado sobre el nominalismo. La norma directriz de la filosofía de Ockham se establece sobre el principio de economía científica: no hay que multiplicar las realidades o entidades sin verdadera necesidad. Este principio ha sido llamado la navaja de Ockham. La base fundamental de su filosofía es la solución nominalista al problema de los universales.
Ockham considera que sólo existe lo individual, mientras que las cosas generales, los universales no existen, tan sólo son términos que simbolizan las cosas individuales y que tienen un valor lógico. De esta forma, Occam concluye que el único conocimiento científico, con valor real, que versa sobre lo singular es el conocimiento intuitivo, el conocimiento obtenido por medio de los sentidos y a través de la experiencia.
Luego no podemos tener un conocimiento cierto y seguro de la existencia de objetos que trascienden la experiencia. Por lo tanto, no podemos conocer con certeza la existencia de Dios. El único modo de conocer a Dios es por la fe y la revelación (fideísmo). Ockham establece así una separación radical entre la razón y la fe.
Miguel José Garabán Diaz




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